Elegir bien entre presentar una imagen en blanco y negro y presentarla en color puede tener sus ventajas. Ambas opciones tienen sus puntos fuertes y ambas tienen sus puntos en contra.
El blanco y negro puede realzar las expresiones de un retrato, puede acentuar las texturas del objeto en foco, puede generar dramatismo y puede hacer que la atención se centre sobre el objeto. Todas estas ventajas pueden jugarnos en contra si lo que necesitamos es justamente lo contrario.
Hay gente todavía muy adepta a esta preferencia (sobre todo en los retratos) y hay obras magníficas que, personalmente hablando, en color no impactarían del mismo modo.
Hay en cambio situaciones en donde el color es el principal actor de una imagen. Sería un crimen privar a una imagen el color de un ocaso, el color de alguna flor o el color de un par de ojos azules.
Hay otras situaciones en donde elegir no es tan fácil, entonces tendremos que apelar a nuestro buen gusto, al de alguna opinión o a la preferencia del cliente si es el caso.
En definitiva, para poder elegir entre B&N o color es bueno conocer primero el objetivo que se quiere lograr con la imagen y es bueno conocer también los límites y los alcances de cada alternativa, aunque sin duda cuando hablamos de la fotografía como arte, la decisión final está muy lejos de quedar bien o quedar mal.
El blanco y negro puede realzar las expresiones de un retrato, puede acentuar las texturas del objeto en foco, puede generar dramatismo y puede hacer que la atención se centre sobre el objeto. Todas estas ventajas pueden jugarnos en contra si lo que necesitamos es justamente lo contrario.
Hay gente todavía muy adepta a esta preferencia (sobre todo en los retratos) y hay obras magníficas que, personalmente hablando, en color no impactarían del mismo modo.
Hay en cambio situaciones en donde el color es el principal actor de una imagen. Sería un crimen privar a una imagen el color de un ocaso, el color de alguna flor o el color de un par de ojos azules.
Hay otras situaciones en donde elegir no es tan fácil, entonces tendremos que apelar a nuestro buen gusto, al de alguna opinión o a la preferencia del cliente si es el caso.
En definitiva, para poder elegir entre B&N o color es bueno conocer primero el objetivo que se quiere lograr con la imagen y es bueno conocer también los límites y los alcances de cada alternativa, aunque sin duda cuando hablamos de la fotografía como arte, la decisión final está muy lejos de quedar bien o quedar mal.